“Si sacas lo que hay en ti, eso te salvará. Si no lo sacas, eso que hay en ti te destruirá.” (Evangelio de Tomás -apócrifo)
Con independencia de la fuente o el origen de la frase, cuando la leía pensé, no puede ser más acertada, es lo veo en consulta todos los días.
El trauma no siempre grita.
A veces se esconde en el cuerpo, en silencios largos, en síntomas que no entendemos, hasta que aparece, y no siempre de la mejor forma.
Lo que no expresamos no desaparece: se transforma en insomnio, ansiedad, bloqueos… hasta que algo o alguien nos ayuda a mirarlo y soltarlo.
En terapia, no “revivimos” el trauma: le damos un espacio seguro para expresar y transformar esa energía bloqueada.
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